Este lunes, Ibrahimovic volvió a pisar una cancha en la Serie A italiana, en el insípido empate 0-0 entre AC Milan y Sampdoria, Zlatan empezó el partido en el banco e ingresó al minuto 55 de partido en sustitución del delantero polaco Krzysztof Piatek.
En la previa del encuentro, Zlatan volvió a ser tendencia debido a sus comentarios fuera de la cancha, dijo: “¿Cuántos espectadores se esperan en San Siro? ¿60.000? Pues yo quiero como mínimo 70.000, en caso contrario no jugaré”. Un comentario típico del excéntrico delantero Sueco, y a lo que el técnico del AC Milan, Stefano Pioli ha querido restar importancia: “No es el salvador del país y no resolverá todos los problemas. Claro que es una ventaja tenerle, pero no va a ganar los partidos él solo. Tenemos que hacer más”. Concluyó.
Lo cierto fue que en San Siro habían aproximadamente 60.000 espectadores al momento del debut del Sueco, y como bien lo dijo Stefano Pioli no es ni fue el salvador del AC Milan al menos en este encuentro, esto es fútbol y un solo jugador no va a ganar el partido a menos que se llame Messi o Cristiano Ronaldo, y Zlatan ya a sus 38 años está unos escalones por debajo de ellos, además este equipo del AC Milan si bien es cierto que tiene algunos nombres interesantes aún no logra el funcionamiento adecuado, para poder competir y sacar mayor provecho de su nuevo delantero.
Volviendo al partido, Zlatan en los minutos que jugó, regaló detalles de técnica y se acercó al gol con un disparo de cabeza despejado por el defensa gambiano Omar Colley, pero el Milan siguió arriesgando mucho defensivamente, y solo unas grandes paradas de Donnarumma mantuvieron la igualdad.
Fue un nuevo disgusto para un equipo milanista que solo ganó seis partidos de los 18 disputados este año y que está hundido en la clasificación, muy lejos de la zona de la Champions League (23 puntos) y también de la Liga Europa (7 puntos).