Zidane probó todo lo que se podía probar antes del partido de re estreno de la Liga Santander este domingo ante el Eibar. Zidane ha diseñado un ensayo general en toda regla, con un partidillo que acabó 2-2 en el escenario en el que se jugarán la Liga postcuarentena mientras el Bernabéu es remodelado. El estadio Di Stéfano, a la misma hora que jugará el partido contra el Eibar (19.30 horas) y hasta con equipaciones, con dos equipos luciendo la blanca y la verde.
Incluso, los jugadores también probaron la nueva iluminación que se ha instalado en el Di Stéfano. Debido a que el Madrid jugará ahí los próximos 2 meses, cambió todos los bombillos del viejo estadio y puso un sistema de iluminación completamente nuevo.
Zidane no quiere dejar detalles sueltos en el regreso a la Liga y sabe que todas estas probaturas le pueden venir bien al equipo para afrontar la gran cantidad de cambios que habrá en el regreso a la Liga, hasta el sabor del pasto lo probó y dijo que está un poco amargo pero serviría.
El campo y la sensación nueva de jugar a puerta cerrada son cosas que Zidane no quiere que le afecte a los jugadores. Además, la hora también es un factor importante como el hecho de rodarse con sensación de partido amistoso de los que no podrán disputar antes de jugar la Liga en 11 finales.
El ensayo general diseñado por Zidane en forma de partido se completó sin percances físicos (Mariano no participó en el partido por precaución) y con muy buenas sensaciones por parte de todos los jugadores, algo que hizo que Zidane acabase muy contento con el test realizado.
Bale no participó en el entrenamiento al estar algo cargado, con lo que Zidane decidió no correr ningún riesgo con el galés y guardarlo porque nadie compra juguetes rotos y la meta principal del Real Madrid es vender al galés.