Un talento que se marcha del equipo de Pep Guardiola.
El lado azul de Manchester ha priorizado la compra de jugadores millonarios, relegando a un segundo plano a una generación más que interesante de futbolistas.
Jadon Sancho, David Brooks, y ahora Brahim Díaz, por solo nombrar a unos pocos, han abandonado el Etihad para explotar todo su talento. Encuentran pocas oportunidades en un club que al perderlos ignora que potenciarlos podría fortalecer la mismísima filosofía del club.
¿A qué precio se está desarrollando a Phil Foden? Es la pregunta del momento.
Pep tiene pocos errores en sus gestiones, pero el desarrollo de juveniles está siendo un gran problema en su paso por Inglaterra. El City no está exportando jugadores, los está perdiendo.
Con un Brexit al horizonte, perder un jugador como Jadon Sancho duplica (y hasta triplica) su efecto. Se fue un talento del mañana que podía tomar protagonismo desde hoy.
David Brooks ya había mostrado un camino a seguir, aunque sin salir de las islas.
Ahora, Brahim Díaz aterriza en España, su tierra. Un Real Madrid generoso y desesperado, lo recibe. Sabiendo que podría llegar gratis en el próximo verano, no parece la opción más inteligente por parte de Florentino, pero esta es otra historia.
¿Quién será el próximo en salir? Probablemente lo sepamos pronto.
Las promesas ahora son más inteligentes que hace algunas décadas, están mejor asesorados.
Entendieron que el ciclo no acaba al estar en un club ganador, y todo se resume a algo tan básico como jugar. Lo demás pasa a un segundo plano, como los talentos del Manchester City.
Es el comienzo de una migración extrema. Pasajeros lanzándose del Titanic, aunque este arrolla y sobrepasa todos los icerbergs.
La mancha en la página blanca de Guardiola, dirían algunos. Yo, sin duda alguna, soy uno de esos. Falló.