La Copa Libertadores es el mejor torneo de América.
Algunos la llaman “la Champions de Sudamérica”; algo con lo que yo estoy completamente en contra, pero sirve para tener -al menos- una referencia de lo que significa en el continente.
Hay buen fútbol, mucha pasión y más problemas.
Es una representación perfecta de este lado del charco.
Esta edición ha sido especial por varias cosas, entre ellas destacan dos: estuvieron los mejores equipos del continente (excepto San Lorenzo) y, por primera vez, hay posibilidades reales de ver un Boca – River en la final.
Mi sueño, el tuyo, el del vecino y el de todos los futboleros.
Antes, hay dos rivales: Gremio y Palmeiras, Palmeiras y Gremio.
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Gremio – River
El actual campeón enfrenta al campeón del 2015.
Sus presentes son buenos, aunque la balanza se inclina para el lado de los argentinos.
El equipo de Marcelo Gallardo se crece en los momentos importantes. No importa su estado de forma, son otros cuando llegan a estas instancias.
Tan solo pregúntenle a Boca…
Pero, por otro lado, Gremio tiene la base de los campeones el año pasado. Han sabido a similar la baja de Arthur (que ahora brilla en el Camp Nou) y siguen compitiendo.
¿Quién ganará?
Nada está escrito, pero para mí…
River Plate.
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Boca – Palmeiras
Los Boca – Palmeiras siempre son atractivos. Los fueron este año y lo han sido a lo largo de la historia.
Por cierto, Palmeiras clasificó con 16 puntos y Boca con 9. Ambos del mismo grupo.
Sus estados de forma, además, son completamente distintos.
Palmeiras se va encontrando con un buen juego, sus piezas entienden la idea de Scolari y el equipo arrolla a sus rivales.
Partidos inteligentes, planteamientos diversos, acumulación de piezas en zona contraria y muchas cosas más-
¡Y Boca Juniors carece de juego!
Los más de 600 días líderes es una mentira, los de Buenos Aires consiguen resultados, pero no tiene para demostrar el cómo.
Ahora, sin un Pavón brillante, la preocupación crece.
Aunque… “Por algo llegaron hasta aquí”.
Y para mi se despiden acá también.
Pronóstico: Palmeiras.
Incluso acá estoy más confiado que en la otra llave.
Por eso, está será una Libertadores casi, casi, casi histórica.