Comenzó la renovación de la selección alemana. Y esta vez va en serio.
Joachim Löw, el director técnico de la selección alemana, anunció que Jerome Boateng, Mats Hummels y Thomas Muller no volverán a ser convocados durante el proceso.
Vista sus edades, además de la posición del técnico dentro de la federación, es el fin de un ciclo… Uno muy fructífero, algo drástico.
Y pensar que Muller estaba llamado a ser el sucesor de Klose.
La carrera de este delantero, que no era delantero, pero anotaba goles y luego no, vaya que es bastante extraña; atípica. Pero estos años finales están siendo una completa lástima, para ser sinceros.
¿Cuándo fue la última vez que fue importante dentro del Bayern?
Sí, es una larga búsqueda.
Sin embargo, en el tema de ambos centrales, Hummels y Boateng, es algo menos entendible, aunque sí guarda cierta lógica.
El estado de Hummels es lamentable, es cierto.
Aunque Jerome Boateng todavía podría ser de utilidad. Las lesiones lo afectaron bastante, está claro. Pero, si recupera un buen nivel, es mejor opción que las actuales.
Él era un central moderno cuando otros solo despejaban balones. Es un adelantado a la época.
“2019 es para el equipo de Alemania el año de un nuevo comienzo”, fueron sus palabras al momento de anunciar estas nuevas medidas.
El fracaso de Rusia afectó; afectó bastante. Y ahora son así de radicales.
¿Es una buena decisión? El tiempo dará la razón. Si bien los tres (y casi toda la generación campeona del mundo) va de salida, parece una decisión algo apresurada.
Podría haber sido gradual, progresiva.
Esto no solo significa apartar a los experimentados, sino aumentar la presión en los que recién llegan a la selección mayor. El protagonismo que se busca en algunos es inmediato.
Quizá, al que le queda menos tiempo es al mismísimo Joachim.
Pero esto es fútbol, y cualquier cosa podría pasar. Incluso volver a ridiculizarse en un mundial.