El guardameta alemán ha destapado su carácter a sus 27 años y respaldado por su gran nivel que demuestra cada vez que sale a escena. Primero tuvo los cojones para decir que merecía la titularidad de la selección alemana cuando tiene a Neuer campeón del mundo al frente.
Ahora Ter Stegen o salvavidas como le conocen en Barcelona cumple su séptima temporada con el conjunto culé, ya es un veterano, a pesar de sus 27 años, como para alzar la voz, dentro y fuera del vestuario, y así lo hizo: “Ya es hora de hablar de algunas cosas”.
No lo voy a decir aquí, si no que hay que hacer algunas cosas. No volvimos [al partido después del descanso] al cien por cien. Esto no nos puede pasar”. Desconexión, faltas absurdas en zonas de riesgo, pelotazos… El Barça en Praga fue un cúmulo de errores que no acabaron con el empate de milagro. Y donde Valverde, en su tono tibio habitual, se defendió con un “la salsa del fútbol también es sufrir”, Ter Stegen vino a decir basta ya. Lo que no deja de ser relevante. Que un jugador vaya más allá que su entrenador. Palabras medidas que suenan a grito ahogado.
El Barcelona sufre una caída en su nivel aún teniendo al mejor jugador del mundo de su lado es Ter Stegen el que mantiene en la élite a los Culés y la victoria a duras penas en Praga lo demuestra. El alemán puso verdades en la mesa que seguramente escocerán pero necesarias para que el Barça no pase por tragos así, que no fueron más allá precisamente por las paradas, una vez más, de Ter Stegen, listo ya para ser uno de los capitanes… y al que le sobran los motivos para dar un puñetazo encima de la mesa ya que desde que comenzó esta temporada ha trabajado de más.