Cuando un técnico tiene que suspender el entrenamiento porque un jugador no solo recortó dos veces a un compañero si no que lo humilló a tal manera que todos pensaban que lo iba a romper, cuando eso pasa sabes que tienes a un fenómeno en tus filas.
Ronaldo en el Inter era simplemente imparable, lo tenía todo, fuerza, velocidad, potencia, técnica y cualquier otro adjetivo le queda bien menos el de belleza, aún sigue siendo extremadamente feo. El delantero brasileño mostró todo su repertorio frente a su compañero nigeriano Taribo West que era unos de los defensas más fuertes de la Serie A de ese momento.
“Durante un entrenamiento, Ronaldo hizo dos regates, una tras otro a Taribo West. ¡Fue una locura! Nuestro entrenador, ‘Gigi’ Simoni, tuvo que suspender el entrenamiento de inmediato”, recordó Zé Elias que tuvo la suerte de compartir equipo con el brasileño.
El mismo Elias recordó ese momento y no oculta que sintió el verdadero terror: “En ese momento temí que Taribo, que era muy fuerte, se enojara y la tomara con Ronaldo, quien era nuestra estrella. Pero por suerte Taribo era un tipo muy tranquilo y se lo tomó con calma y simplemente se echó unas risas”.
Para cerrar, Zé Elias analizó lo que era R9: “Su técnica era insuperable. Será difícil ver a otro jugador así. Tenía fuerza, velocidad, explosividad y habilidad. Era completo. Tenía una velocidad de razonamiento y ejecución que era increíble. En el entrenamiento, muchas veces los defensas cuando pensábamos en ir a por el balón, ya había terminado. Una vez, en un ejercicio a dos toques en un campo reducido, hizo gol desde una esquina. Me hizo un sombrero y, antes de que cayera la pelota, la pateó haciendo gol. Eso fue su gran diferencia”. Ronaldo fue el mejor y no hay discusión, aún sin rodillas era imparable.