Luego de ser atacado por Luis Suárez de manera directa en Balaídos. “Para algo están los entrenadores”. Quique Setién respondió y cambió el dibujo haciendo brillar de nuevo al Barça en Villarreal. Otro tropezón lo hubiese mandado a pasear vacas de nuevo y le hubiese dado definitivamente La Liga al Madrid tras su victoria en San Mamés.
Setién innovó juntando a la MSG por dentro y el Barça carburó como no lo había hecho tras el parón, acompañado de goles y peligro, corrigiéndose con el paso de los minutos defensivamente y también hay que decirlo un Villarreal blandito colaboró.
Setién lleva 19 partidos, lo que en una temporada completa sería como un tercio, con la mala suerte para él que no tuvo pretemporada y se jugó los títulos nada más al llegar. El libreto de Setién, tan cruyffista, tan tiki taka se fue desnaturalizando en los últimos tiempos en él Barça y para recuperarlo necesita tiempo además de un Xavi y otro iniesta.
El Barcelona ahora cuenta con Griezmann que se sacudió todas las malas vibras de la semana con un muy buen partido, de los mejores desde que fichó hace un año por el Barça. No sólo por su producción anotadora, casi doblete; ni por la belleza de su golazo, sino por lo metido y conectado que estuvo con sus compañeros, en sintonía con Messi y Suárez, lo que es la mejor noticia para lo que viene en el Barça.
Con el francés a todo lo que da y el nuevo dibujo de Setién, la MSG liberó espacio para la aparición de los laterales, como en el 0-1. El partido acabó en goleada, y no fue de escándalo por culpa de la mala puntería del Barça y del buen hacer de Asenjo. Un partido casi perfecto que ilusiona mucho a todos los aficionados azulgranas con ganar la Champions pero hay que recordar lo que hizo Paco Alcácer antes de lesionarse.
El ex culé estaba incomodando de verdad a la defensa azulgrana, lanzando los contragolpes, como en el gol de Gerard Moreno, o sentando a Piqué con un autopase sin tocar el balón que pasó por debajo de las piernas de su excompañero. Estaba inspirado el ex azulgrana, hasta que se lesionó. La fortuna también ayudó a los de Setién que con un buen partido no pueden olvidar todos los problemas que los rodean, pero si callarlos hasta la próxima jornada.