El West Ham anunció a Samir Nasri, o lo que queda de él, como fichaje invernal. Oh boy…
Otro francés que aterriza en Inglaterra, este con pasado reciente en Turquía e historia en Premier League. Aunque dicha historia tuvo más historial médico que cualquier otra cosa.
Ver a Samir Nasri y Jack Wilshere en el mismo equipo me hace pensar en lo bien que ha vendido el Arsenal en los últimos años.
Incluso estafaron al Manchester United hace poco.
Por otro lado, observar a uno de los jugadores franceses más prometedores de la última década en tal estado es un poco entristecedor. Incluso fue agente libre.
Múltiples aspectos han marcado la carrera de Nasri, en especial su carácter. Y el de su novia.
¿O alguien olvidó los escándalos con la selección francesa?
Hay quienes dicen que las últimas pinceladas del francés se vieron en el Sevilla de Sampaoli, con una versión bastante interesante. Aquella que hacía recordar lo que alguna vez fue en Inglaterra.
Ritmo, técnica, dribles y mucha creatividad. Buen amigo de delanteros.
Hoy podríamos estar hablando sobre uno de los ‘galos’ más determinantes. Pero no. Estamos hablando de un intento de renacimiento, aunque extraño.
¿Por qué buscar la élite para renacer? Irse a Turquía sirvió de poco, pero…
Manuel Pellegrini es un tipo arriesgado. Y juguetón con el fracaso en su última experiencia.
Los ‘Hammers’, sin embargo, adquieren un jugador que podría aportar. Teniendo en cuenta que llega libre al club, da profundidad a la plantilla y conoce la liga, si podría rendir.
O no. Es difícil saberlo.
Aún más difícil es saber el futuro del Chicharito, pero esa es otra charla del mismo bar.
Samir Nasri, el negado, vuelve a Inglaterra. Ahora más viejo y con sed de revancha. Queriendo demostrar que aún tiene magia, pese a que el contexto necesite algo más de realidad que fantasía.
Podría aparecer en los momentos importantes. O desaparecer para siempre. Al final del día, es un mago. Y los magos siempre son impredecibles.