El atacante brasileño ha mostrado su calidad a una temprana edad, esa calidad con el balón que lo llevó a jugar en el Real Madrid pero también ha mostrado una madurez que a muchos de sus compatriotas le faltó, y sí, hablo específicamente de Robinho.
Esta temporada ha tenido momentos muy buenos para Rodrygo, en especial el penal de la Supercopa que pareció que no tenía sangre en sus venas. “En ese momento sientes mucha presión. Pero lo hice porque Kroos me alentó y dijo que iba a marcar en los penaltis porque había estado entrenando bien. En ese momento me asusté, pero luego vi entrar el balón y a la afición celebrando”.
Rodrygo ha tenido la suerte de llegar en la época de Zidane, el estudiante más inteligente de la clase y el entrenador más ágil como jugador que haya existido. “Es un tipo muy agradable que siempre me habla y me da consejos. Me llama a su oficina y me muestra lo que salió mal táctica o técnicamente. Y me cuenta lo que hizo él cuando jugaba y que me puede ayudar. Me ha ayudado mucho”.
Siempre se habló en su llegada al equipo merengue de la competencia que tenía con Vinicius Jr, pero nada más alejado de la realidad. “Siempre recuerdo mi primera sesión de entrenamiento. Estaba entrando al campo y le pregunté si había estado nervioso en su primera práctica. Lo estaba, pero cuando tocas el balón te sientes más seguro. Vini fue muy importante en esto para mí”.
El Real Madrid tiene la fiebre de los niños brasileños, empezó con Casemiro, Vini, Rodrygo y ahora Reiner, cada uno ayudó a sus compatriotas en el momento preciso y ahora le toca a Rodrygo. “Cuando tenga la oportunidad de hablar con él, transmitiré lo que Vini me transmitió a mí. No es una pena jugar para el Castilla. Creo que muchos jugadores han pasado por esto. Casemiro también. Y hoy es un ídolo aquí”.