Después de marcar tres goles para remontar la guerra contra el Getafe, Rodrigo ya se había convertido en el símbolo copero del Valencia esta temporada. Contra el Betis, después de una primera parte gris, el delantero hispano brasileño apareció en el sitio y en el momento preciso para marcar un gol decisivo en la eliminatoria.
La final de la copa del Rey salio de 2 equipos que tuvieron contundencia al ataque sin mostrar mucho juego ni crear muchas oportunidades pero las que tuvieron las hicieron y por eso el Barcelona y el Valencia disputarán la final en el Villamarín el 25 de mayo.
Al Barcelona le alcanzó con dos carreras por banda; dos centros soberbios de Dembélé al área y dos remates, los únicos, de Luis Suárez y de todo el Barcelona, para reventar al Madrid. Luego un penal para terminar de humillar a un Real Madrid que se fue con 14 remates sin gol, y sufrió 2 remates y 3 goles.
Algo muy parecido paso en Mestalla el Betis dominó gran parte del encuentro con un 69% de posesión, realizó el doble de pases y 11 oportunidades de las cuales 5 fueron al arco, en cambio el Valencia creo solo 7 y el único tiro al arco que tuvo fue gol de Rodrigo.
Se podría decir que es una final injusta pero esto es fútbol y se gana con goles, no importa el estilo, solo hay que meter la pelota en el arco más veces que el equipo contrario y con eso se consigue los puntos, los pases y los posibles títulos. El jogo bonito y tiki taka están sobrevalorados, lo de hoy es la pegada y la contundencia. Por ahí anda un técnico de vacaciones que sabe mucho de esto y con su estilo ha ganado dos Champions League con dos equipos diferentes, odiado por muchos, amado por otros José Mourinho puede ser la opción para aquellos equipos que quieran títulos.