River Plate y Boca Juniors tenían planteado enfrentarse en otra edición del superclásico argentino para decidir el ganador de la copa libertadores, con el 2-2 del partido de ida en la Bombonera se esperaba un gran partido en el monumental.
Sin embargo lo único grande fue la violencia vivida horas previas al partido, cuando el autobús que transportaba a los jugadores de Boca Juniors fue brutalmente atacado, con botellas, piedras y gases lacrimógenos que entraron al autobús luego de que la policía intentara dispersar a los violentos hincha. Los inadaptados sociales aprovecharon el caos causado para robar carros y saquear negocios cercanos, por algunas horas Buenos Aires se volvió la ciudad sin Ley.
El mundo entero reaccionó a lo acontecido, Marcelo Tinelli, vicepresidente de San Lorenzo, el ex capitán del Barcelona, Carles Puyol, y fanáticos de ambos equipos mostraron su “vergüenza” por lo sucedido a través de las redes Sociales en especial Twitter.
“Que pena las noticias que llegan de Argentina… Así no se vive el fútbol. VERGÜENZA!!!” Fue el tweet de Carles Puyol, el cual tuvo la respuesta de Maxi Rodríguez, el internacional argentino justificó el comportamiento al responder “Amigo acá en ARGENTINA esto es normal! Y lo llamamos Pasión. No cambiamos más”. Como si cubrir a un niño de fuegos artificiales fuera algo para estar orgulloso.
El presidente de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez, ha hablado “Queremos que no haya desigualdades ni excusas para no jugar y hemos considerado que no se ha dado esta situación”. La final está suspendida hasta que se den las condiciones. La copa libertadores necesita un campeón y sería una lástima que se diera en un escritorio o que el partido se jugara a puertas cerradas, aún nada es seguro pero se manejan otras posibilidades como la de jugar en un terreno neutral, pero nada garantiza que la situación de violencia no se vuelva a repetir.