Porque categorías inferiores y Sudamérica siempre son una buena combinación.
El torneo que se organiza cada dos años y siempre muestra las futuras estrellas del fútbol mundial no puede pasar por alto. En especial en esta edición, donde los “favoritos” no son los de siempre.
Brasil y Argentina han llevado, nuevamente, generaciones impresionantes. Nombres que pronto estarán en la élite del fútbol mundial.
Sin embargo, su juego no ha sido el mejor.
Y aquí es donde otras selecciones han ganado un lugar en la agenda de todos los scouts que acudieron a Chile.
Por ejemplo, Ecuador y Venezuela están siendo lo más destacado del torneo. Uruguay nunca se queda atrás. Entre las tres selecciones, además de las dos mencionadas anteriormente, los días pasan volando.
Hay demasiado que ver, pero sobre todo piezas para analizar.
Leonardo Campana es una de ellas. A su vez, forma parte de los muchos ecuatorianos que están dando de qué hablar.
Incluso Gonzalo Plata, extremo derecho de Ecuador, fichó por el Sporting de Lisboa.
El delantero del Barcelona SC es el goleador de la competición con cuatro (4) tantos. Además, está haciendo que no se extrañe a Stiven Plaza, algo que parecía imposible hace un par de meses.
Pero, una vez más, así es el fútbol. Y vaya que nos encanta.
Samuel Sosa y Jan Hurtado han sido lo mejor por Venezuela. Un dúo que asistió a la Copa del Mundo Sub-20 del 2017 y se dio el lujo de obtener el subcampeonato de la misma.
Así que sí, la experiencia que tienen se nota a leguas.
Brasil, pese a que no ha estado tan brillante como en otras ocasiones, si ha dejado ver piezas muy interesantes, como Marcos Bahía y Emerson, quien ya fichó por el Barcelona y terminará el año cedido en el Betis.
Argentina no podía faltar: Santiago Sosa, Pedro De La Vega, Adolfo Gaich…
Estos torneos muestran una parte del futuro. Pero vaya que su presente es bueno.