Ernesto Valverde, finalmente, fue destituido. Hay quienes dicen que su ciclo acabó aquella noche en Anfield. Lo cierto es que el Barcelona, el 13 de enero, publicó el anuncio oficial… y minutos (o segundos) después oficializaron a Quique Setién como el nuevo entrenador a cargo.
Sí, siempre se negoció con “el otro” a espalda de Valverde. Primero Xavi, luego Setién.
Al ex Betis le pasó un tren que no suele pasar dos veces. Y aprovechó su oportunidad. Ahora, el conjunto culé tendrá un técnico cuya filosofía de juego -y hasta de vida- coincide con todo lo que busca el club, su afición y puede que hasta los mismos jugadores. Eso sí, las victorias no están aseguradas.
“Solo aseguro una cosa: jugar bien”
Quique Setién solo asegura una cosa: jugar bien. Dice que las victorias se alcanzan jugando bien, aunque esto no siempre suceda, pero que ese es el camino. Para él, el único.
Así como, para él, el juego de posición -casi- extremo es lo único que acepta y reconoce.
Su aventura en el Barcelona está por comenzar, sí, pero de antemano surgen algunas dudas al relacionar personaje (Setién) con contexto (momento de temporada, plantilla, DT anterior…). Cabe resaltar que el Barça va líder de la LaLiga y está clasificado a los octavos de final de UEFA Champions League.
Pero, probablemente, muy probablemente, no ganen ningún título esta temporada. ¿Y estamos tan seguros de que vale la pena sacrificar una temporada “jugando bien”? Nosotros lo dudamos.
El fanático culé es uno de los más exigentes y complicados. Si Ernesto Valverde recibió semejante trato, pues, ya dice algo.
Setién no es sinónimo de victorias a corto plazo… algo que también necesita el FC Barcelona.
Y cuesta pensar en esas victorias y esos títulos en la temporada 19/20 visto lo extremista que es el técnico español con su idea de juego. Tienen a Messi, claro, y la lesión de Suárez podría acabar potenciando el inicio de la era Setién, pero no hay demasiadas certezas.
Lo único que podemos esperar (a corto plazo) es diversión. Not bad.