“Con este plantel me conformo. Solo pido que, si se va uno, me traigas a otro igual o mejor”.
Gustavo Alfaro es un tipo de fuertes convicciones, más allá de su salida de Huracán. Dijo que llegó a Boca para ganar y solo eso es lo que la gente espera… porque pasará.
Su Huracán fue la muestra de lo que es capaz de hacer en sus equipos, a pesar de que estos no posean el mejor plantel de Argentina. Ajustado esto a los perdedores de la Libertadores, suena bien.
Boca necesita un técnico que haga jugar bien al mejor plantel de Sudamérica. Y ya.
Eso ha diferenciado a los dos máximos rivales durante los últimos años. Boca tiene un gran plantel, mientras que River tiene un gran equipo. Al final del día, esto último es muchísimo más importante.
Pero todo puede cambiar.
De hecho, la contratación de Alfaro es con el fin de que todo cambie.
El primer fichaje, Junior Alonso, es un acierto. Excelente jugador, y además tuvo una experiencia con Marcelo Bielsa en Francia.
Ah, por cierto, un jugador post Bielsa vale más. Se hace más sabio. Conoce más el juego.
Habrá bajas en Boca, posiblemente varias. Balerdi, Nández, Barrios y otro grupo importante de jugadores despiertan interés en el viejo continente. Una salida es más que probable.
Llegarán buenos nombres, de ser así. La labor de Burdisso debería influir.
Entonces… ¿Qué esperar? Títulos.
Aunque antes, un equipo con una idea de juego clara que forje una identidad. Ganar títulos y jugar bien es muy difícil, pero vaya que vale la pena.
Así como River, solo por ejemplificar.
Comenzará una frenética historia que ya muestra sus primeros chispazos en los entrenamientos. Hay un club argentino que busca correr a otra velocidad.
Lo que sí es un hecho es que antes habrá que aprender a correr.
Y para eso está Alfaro.