Y no, no fue solo una temporada buena.
Esta es la historia de cómo un gran delantero se vio perjudicado por su alta cláusula de rescisión.
Andrea Belotti deslumbró hace un par de temporadas en el Torino, se le desbordaban los goles e incluso hizo méritos para ser habitual en los llamados de la selección de Italia.
Ahora bien, ha pasado mucho tiempo y un montón de movimientos… Belotti sigue en el Torino, un equipo que no pelea el descenso, pero rara vez logra colarse en los puestos de clasificación europea.
Entonces allí está nuestra figura de hoy, en el limbo.
Evidentemente, ha interesado a distintos equipos (en especial, dentro de Italia) y estos han ofertado por él, pero se han encontrado con una cláusula de 100 millones de euros que los priva de insistir, siquiera.
100 millones por un delantero del Torino, definitivamente no es viable.
El otro equipo de Turín, astuto, ha logrado crear una zona de confort para Belotti, siendo este capitán del equipo y uno de los pilares del mismo. Es su zona, es respetado. Simplemente, el mejor.
Y allí quizás hay una pizca de mediocridad, pero es su decisión y eso lo hace sentir bien, se supone.
Krzysztof Piątek, incluso con menos tiempo en las portadas, ha logrado estar un escalón por encima de Belotti. Él ya llegó a un grande. Y sus 50 millones menos de cláusula ayudaron bastante.
¿Acaso no sería mejor ir por un experimentado de la liga a apostar por un joven recién llegado?
Claro que sí, pero en este mundo el dinero es protagonista. Lo fue ayer, lo es hoy y seguramente lo será mañana, lastimosamente para Andrea.
Seguirá marcando buenos goles…
Lo seguiremos viendo e incluso analizando, es muy bueno.
Pero probablemente no lo recordemos en muchos años, porque su zona de confort hará que lo olvidemos en poco tiempo.