Lionel Messi anotó dos goles de falta directa para que el FC Barcelona pudiese ganar al Celta de Vigo. Con ellos, completó un hat-trick y, además, confirmó un par de cosas: el juego colectivo del equipo sigue dejando mucho que desear y la fórmula ‘Messi + tiro libre’ significa gol.

A lo largo de su carrera, el argentino ha evolucionado en varios aspectos, pero en pocos ha crecido tanto como en los cobros de falta directa. Por su calidad, edad y contexto, ninguno se compara.

¿El mejor cobrador de faltas en la actualidad? Pues, probablemente, lo sea. Y con toda la lógica que pueden dictar sus 32 años.

Aquel encuentro con Maradona

Cuando Diego Maradona dirigía la selección de Argentina, nació una anécdota que cambió la percepción (y el cobro, posteriormente) de Messi sobre las faltas directas.

Tras un entrenamiento, Maradona comenta que Lionel quedó practicando cobros. Todos salían mal. El entrenador, entonces, se acercó e intercambiaron palabras. Messi pidió consejos y Diego comentó: “déjale el pie; acaríciala” entre otras varias humanizaciones al balón.

Este hecho marcó un antes y un después. A partir de allí, la bestia se desató.

Sin embargo, el contraste crece por el contexto. Messi no solo se ha consagrado como uno de los mejores cobradores del mundo, sino que su equipo ha necesitado mucho más esas acciones donde puede marcar diferencias.

El Barcelona encontrándose imposibilitado a través del juego y tirando de acciones a balón parado, sí.

Y a todo sumarle que estamos en la etapa donde Lionel Messi no va hacia arriba, precisamente. Sino en mantenimiento de una línea horizontal para luego, progresivamente, ir bajando. Todo como proceso natural y como única explicación de que no sea una deidad.

Todo se ha juntado en esos segundos donde Lionel corre hacia el balón. Hay mucho más que un cobro directo en juego. Y por ello todo vale mucho más de lo que la espectacularidad permite apreciar.

Nació en 2010 una faceta que cobra su mayor importancia hoy en día. Una que le puede dar un par de vidas más en la élite, y una docena de excusas a este Barcelona.

¿Por qué anota tantos goles de falta directa? Porque allí se juega su corona.