Como es costumbre en el lado azulgrana están más pendientes de lo que pasa en la casa blanca que jugar al fútbol, obvio si el juego del barsa se limita a dársela a Messi, la única preocupación que tienen es tener una cubeta limpia para que el argentino pueda vomitar antes de cada partido.
El último chillido de Piqué vino en la zona mixta del Parc Olympique. El central del Barcelona habló ante los medios y no sólo dio sus impresiones del empate contra el Lyon. El catalán analizó la victoria de la sección de baloncesto en la Copa del Rey y dejó un buen recado al Real Madrid.
“Ha pasado siempre en los últimos años y pasa en el baloncesto, (con referencia a la final de la copa del rey que ganó el Barcelona) en el fútbol y luego van al Calderón (el Wanda) y les ayudan y entonces ya se calla todo. Lo hacen a menudo, menos mal que no tienen más secciones porque si no lo tendríamos que sufrir también en el balonmano, en el hockey… Es la estrategia que utilizan y hay que acostumbrarse”.
No es la primera vez que Piqué llora o se queja de algún arbitraje, lo hace desde el 2012,tras una expulsión ante el Sporting:
“En el descanso le dije al árbitro que era penalti a Keita y él se la ha guardado. Tengo la sensación de que ha habido premeditación”.
Lo volvió hacer en el 2017 en un Barca-Atletic y en un Villarreal-Real Madrid pero no se pronunció cuando el Barcelona hizo el mayor robo en la historia del fútbol ante el Chelsea en el 2016.
Mientras Piqué llora y llora con su doble moral y su bipolaridad alguien tiene que hacer de figura paterna para Sasha y Milan. Así lo ha hecho Shakira se pone lo pantalones y golpea policias en Miami.