Adiós al Póker, adíos a la orejona y hola a otro año de Champions League donde el City de Guardiola ni siquiera puede pisar la final. Parece como si Pep hubiese sabido que perderia la eliminatoria antes del partido de vuelta, ya que declaró lo siguiente: “No vine aquí para ganar la Champions. Vine aquí para hacer jugar al equipo de la manera en la que han jugado en los últimos veinte meses”.
Los Citizens se han gastado 600 millones de euros en fichajes desde que llegó Pep para luchar por todas las competiciones, pero la de más alto nivel no se les da, y quedaron eliminados por el Tottenham de Pochettino que más que un equipo de fútbol es un hospital.
Con todos sus lesionados los spurs hicieron cara en un comienzo trepidante de partido. Cinco goles en 21 minutos. Del 0-1 se pasó al 1-1, de hay al 2-1, y remontada del City, 3-2. Y todo en un abrir y cerrar de ojos. Doblete de Sterling, otros dos tantos de Son y uno de Bernardo Silva. Puro espectáculo. Al minuto 40 Sissoko no pudo seguir en el campo. Y tuvo que ser sustituido por Llorente, antes del descanso tras lesionarse. Lo que le faltaba a Poche.
Tras la reanudación, Agüero hacía el 4-2 con otra asistencia de De Bruyne. Lloris mantenia vivo a su equipo con dos paradones a Sterling y De Bruyne. La tormenta caía sobre los ‘spurs’. Pero apareció Fernando Llorente. La lesión de Sissoko le metió en la batalla y con un gol de cadera revisado por el VAR metia a los Spurs en semis.
El Tottenham tenía el premio y el City fue a por todas. Llegó el éxtasis local, gol de Sterling… pero el VAR revisó la jugada terminando con la fiesta en Manchester, empezando la pesadilla de Pep y dando el merecido pase a los de Londres.