El 2021 parecía llamado a ser el año donde Martin Odegaard se convertiría en jugador de la primera plantilla del Real Madrid, pero lo impredecible que ha sido este 2020, ha llevado a los dirigentes del club blanco a cambiar rápidamente de idea.
Antes del inicio del parón de las competiciones, por el Bernabéu se pensaba en la salida de algunos jugadores del actual plantel de Zinedine Zidane para hacer la revolución de que tanto se ha hablado las últimas dos temporadas, pero como la libertad de Venezuela, se sigue negociando en paraísos fiscales.
La posibilidad de que lleguen nuevos jugadores está cada día más alejada de ser posible, lo que coloca la vuelta de Odegaard en algo prácticamente descartado para el próximo año. La prioridad de los dirigentes es la de vender jugadores, pero la situación no invita al optimismo en ese sentido.
El centrocampista no se ha pronunciado, pero lo que sí tiene muy claro es que quiere jugar, que busca sentirse importante, algo que ha conseguido durante la presente temporada en la Real Sociedad, y eso a día de hoy solo Sergio Ramos lo tiene en el Real Madrid de Zidane. Los dirigentes madridistas no piensan en ningún movimiento que pueda abrir un espacio a la llegada de la llamada del mejor jugador de la Real Sociedad y revelación de la Liga Santander.
Sin decisión definitiva y con muchas cuenta que pagar, todo apunta a que Odegaard seguirá jugando una temporada más en Anoeta. El jugador se ha identificado plenamente con la vida en Donosti y con la filosofía del club, pero también tiene muy claro que quiere triunfar en el Real Madrid, club por el que fichó en el invierno de 2015, procedente del Stromsgodset y recién cumplidos los 16 años, edad límite para poder incorporarse a la plantilla blanca.