Hola, mi nombre es Ole Gunnar Solskjær… Y acabo de ilusionar a toda una ciudad.
Pues sí, así. He sido el encargado de dirigir al Manchester United desde la destitución de Jose Mourinho. Es decir, tengo menos de una semana en el cargo.
Tuve buenas experiencias en Noruega con el Molde. Tuve otras no tan buenas en Cardiff.
De no ser por estas condiciones, quizá mi llegada a Old Trafford hubiese sido imposible. Pero pasó, estoy aquí y acabo de hacer sonreír a una de las fanaticadas más grandes del mundo. Creo que logré uno de los objetivos más difíciles.
Mi primer -y único- capítulo de esta historia se escribió en Cardiff, porque nada es casualidad.
Me tocó aplastar al equipo en el que me formé y alguna vez dirigí. Logré una hazaña que desde la era de Sir Alex Ferguson nadie había podido repetir: anotar cinco goles en un partido. Y solo me bastó un encuentro.
De hecho, fueron menos de 90 minutos.
No tuve tiempo de cambiar o crear un nuevo sistema de juego. Pero sí pude conversar con los jugadores y devolverle esa confianza que tanto les faltaba en sus rostros. Era necesario que creyeran otra vez.
Wayne Rooney, mi buen amigo, me ayudó un poco en ese aspecto. Reconozco que su influencia es bárbara. No todos los días un tipo como Wayne te habla, aún menos del Manchester United y su significado.
Por otro lado, resalté a los jugadores que más pueden aportar en el esquema: caso Paul Pogba. Mi equipo jugará y potenciará al francés, ya que así el retribuirá y a todos nos irá mejor.
Cuando un jugador como él está inspirado, nada puede hacer el rival.
Ficharé en enero, pues no sería posible alcanzar el nivel que queremos sin reforzar las zonas que más necesitan nuevas caras. Al final del día, somos el Manchester United; gastamos dinero y ganamos copas.
Mi historia apenas comienza, y pese a que ya tiene fecha de finalización, haré lo mejor para poder escribir una segunda parte. Hasta una tercera…
Me llamo Ole, y estoy seguro de que puedo cambiar todo esto.