Hay una muy buena noticia rondando por París: el equipo de Tuchel, sin sus mejores intérpretes, está siendo igual de arrollador. O lo que es igual, el colectivo está por sobre cada elemento individual. Y allí hay un trabajo inmejorable del alemán.
Sin Neymar y con Mbappé y Cavani en la banca, el Paris Saint-Germain alineó con Navas; Meunier, Marquinhos, Kimpembe, Diallo; Paredes, Herrera; Di María, Sarabia, Choupo-Moting; Icardi.
La idea era clara: proponer (por eso Paredes… y por eso Herrera), mantener el control y dinamizar. Pablo Sarabia, quien ya tuvo mención especial por nuestra web, brilló. El colectivo encontró una ruta y los locales fueron arrollados en su casa.
Ah, sin mencionar que fueron expulsados dos jugadores ante su propio público.
Ensayos pre Champions
El Niza fue un antónimo del PSG. Mientras por el lado de los locales todo salió muy mal, los de Tuchel se jactaban de lo bien que desarrollaban el partido. De hecho, el encuentro hubiese sido un 10/10 para los parisinos, de no ser por un error de Marquinhos que acabó en el gol de Ganago tras asistencia de Dolberg.
Pero salvo ese “pero” (que el equipo arrastra desde hace varias temporadas) la imagen que dejan los líderes y monarcas de la Ligue 1 es impresionante. De las mejores en los últimos años.
Y esto siquiera podría ponerse en cuarentena. Es decir, las recuperaciones del tridente mágico solo potenciarán la imagen que el club da hoy por hoy.
¿O es que ya olvidamos cómo volvió Neymar cuando “todos lo odiaban”?
Cuando las estrellas vuelvan, el tema será el mismo de todo equipo grande en buen momento: los acompañantes. En el PSG la cosa no está tan clara.
¿Di María como interior? ¿Cambio de esquema? ¿Pablo Sarabia desde el arranque? ¡¿Seguirá Paredes como titular?!
Preguntas hay de sobra. Tuchel trata de responderlas sin apuros en los ensayos pre Champions. De momento, todo sale bien. Y hay tres “G”, claro: gustan, ganan y golean.
La próxima prueba será en Bélgica, cuando visiten al Club Brujas. Un escenario en el que Thomas podría incluso darse el lujo de probar.
Y no por el rival, sino por lo bien que le está saliendo todo.
Es el momento del PSG.