Sí, lo que faltaba… Kylian Mbappé también es goleador. Y de esos que superan decenas.
Desde su irrupción en el Mónaco, el francés ha ido recolectando y mostrando al mundo criterios para convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo. Esta temporada, como principal figura del Paris Saint-Germain, lo ha confirmado.
¿Qué demostró esta temporada? Su faceta goleadora.
Kylian Mbappé ahora es un jugador de -casi- 40 goles por temporada.
En este punto, ya no queda criterio por mostrar. Y todo está atado a una evolución natural que puede influir positivamente en su juego; más madurez, masa corporal, experiencia.
Goles, alegrías y… ¿futuro?
39 goles, en la liga e instancias que sean, son demasiadas anotaciones.
Dicho esto, si tales números provienen de un jugador que no ocupa la posición o desarrolla funciones típicas de un «9», es aún más asombroso. Este es el caso de Mbappé.
No obstante vas y te conviertes en campeón del mundo en Rusia, ahora esto, Kylian…
Pero, más allá de los 39 tantos, hay algo detrás; letras pequeñas. Hay una variedad de definiciones, un margen de acierto grande de cara al arco y unas condiciones deportivas tremendas para convertir.
El ser delantero del Paris Saint-Germain no te hace ser un goleador de 40 dianas.
Sumar este aspecto a la bolsa aumenta su valor en el mercado… como si ya no estuviese lo suficientemente alto, lo eleva. Y si alguien está dispuesto a ficharlo, el momento es ahora.
Porque sí, son 20 años. Hay mucho margen de mejora aún.
Aunado a esto, y aumentando su nivel cada temporada, ¿cuánto creen que valdrá en unos años?
Lo mejor -para el Real Madrid- sería acabar con este “problema” ahora y evitar hacer el primer fichaje de 500 millones de euros en la historia. Porque sabemos de lo que un Florentino Pérez desesperado es capaz.
Para Kylian Mbappé, por su parte, el tiempo pasa. Tic… Toc…
La Ligue 1 se ha presentando una liga perfecta para explotar su talento, pero no siempre será así. Y sería una lástima que se diese cuenta de eso cuando sea otro preso de los millones del jeque.
Mbappé, por favor, anda a hacer tus goles a otro lado.