El dinero es un arma de doble filo que muy pocos saben manejar, algunos simplemente consiguen la paz y otros son consumidos por los vicios que el dinero puede comprar, por ejemplo tenemos millones de músicos y actores, que no supieron manejar las cantidades de dinero que le entraban. Con algunos clubes pasa lo mismo, luego de una gran entrada de dinero se vuelven locos.
Figo al Real Madrid: La salida del extremo portugués además de causar gran revuelo en la prensa e indignación en los aficionados culés dejó la gran suma de 60 millones en las cuentas del Barcelona. Con ese dinero, el Barcelona fichó a Overmars (40 millones), Gerard (21,6 millones), Alfonso (16,5 millones) y Petit (15 millones). Sólo la suma de los dos primeros ya sumaba tanto como la venta de Figo.
Ninguno de los 4 fichajes tuvo éxito en el Barcelona, el peor fue Petit, que puede catalogarse como un fiasco total. Tras la marcha de Figo, el Barcelona perdió el rumbo hasta el punto de que no volvió a ganar una Liga hasta la temporada 2004-2005 e incluso quedó fuera de la Champions League.
Luis Suárez al Barcelona: Antes de que llegara Klopp al Liverpool, el equipo de Anfield no servía para nada, tenían suerte si se clasificaban a Europa League. Con la venta de Luis Suárez quedaron 81 millones euros en la cuentas de los que nunca caminan solo.
El Liverpool utilizó ese dinero para fichar a Lallana (31 millones), Lovren (25 millones), Markovic (25) y Balotelli (20). Ese verano también aterrizaron en Anfield Alberto Moreno (18 millones), Origi (12,5) y Emre Can (12).
Especialmente dañino resulta el caso de los atacantes, que al fin y al cabo son los que tenían que sustituir al uruguayo. De Markovic y Balotelli casi ni se tienen recuerdos en Liverpool, y tampoco Origi ha dado un rendimiento espectacular pese a su noche para el recuerdo contra el Barça. El Liverpool pasó de rozar el título en la última temporada de Suárez a ser sexto en la siguiente temporada y a quedar hasta fuera de Europa dos años después.