El equipo de Valverde salvó los muebles ante el colista con mucho sufrimiento y gracias al balón parado. Otro partido flojo del Barcelona fuera de casa en el que empezó perdiendo pero acabó bien gracias a una falta y un desgraciado rechace de Rubén Pérez en un córner, no a su buen juego, que fuera del Camp nou tenemos tiempo si verlo.
Valverde aprovechó la visita al colista para hacer pruebas en su sistema y comprobar si logra encajar a Griezmann en el equipo antes de que la situación del francés sea un auténtico problema para él. El Barça rompió su sagrado 4-3-3 para jugar con un 4-2-3-1 que le suma potencial ofensivo, pero que en defensa deja más dudas que la rodilla de Umtiti y el compromiso de Piqué.
El nuevo Leganés de Javier Aguirre busca ser un equipo fuerte atrás como primer mandamiento y después lo que surja. Esta vez surgió un golazo de En-Nesyri con un buen zurdazo para finalizar una gran jugada trenzada por Rubén Pérez y Roque Mesa, en 11 minutos de partido el Barcelona ya perdía y tuvieron que ir al vestuario para poder despertar.
En la segunda mitad con el Leganés aún por encima en el marcador y manteniendo al margen a Messi, fue victima de la pelota parada. El argentino puso una falta en la cabeza de Luis Suárez para que el uruguayo empatara el partido.
Tras el gol, el Leganés seguía atrincherado atrás, pero el Barcelona estaba mejor que en el inicio. Y salió Ansu Fati para intentar romper la barrera que formaban los pepineros que solo se rompería tras otra jugada a balón parado con mala suerte para el Leganés ya que un rechace de Rubén Pérez fue a Arturo Vidal para que el chileno marcara a placer el gol de la victoria, y dejara al Barcelona líder de rebote, con más dudas e inseguridades pero aún líder.