El delantero argentino fue protagonista del partido entre Inter y Cagliari. Lautaro vive uno de los momentos más dulces de su carrera. Marca, aguanta y hace goles. Está que se sale de la cancha en cada partido y ante el Cagliari lo hizo.
El Inter recibió al Cagliari luego de 2 empates consecutivos, necesitaban los 3 puntos para no perderle pisada a la Juventus pero para el Cagliari era negocio llevarse un punto del Giuseppe Meazza. Evitar una derrota ante el equipo sensación era una motivación extra para los dirigidos por Maran en su misión de clasificar a la próxima Europa League.
El partido empezó luchado en la media cancha sin muchas ocasiones de peligro hasta que el delantero sensación apareció. Un preciso centro de Ashley Young encontró la cabeza de Lautaro Martínez para que el ex Racing resuelva con un frentazo de pique al piso que dejó sin posibilidades a Cragno.
El partido parecía encarrilado pero en el complemento el Cagliari se mostró más agresivo y presionó constantemente la salida del Inter. Con tres hombres en ataque, los dueños de casa no lograban formar el circuito colectivo que tanto le gusta a Conte. Con Nainggolan los visitantes encontraron su premio, su disparo de media distancia se desvió en Bastoni rebotó contra el palo y se metió: silencio y 1 a 1.
En el tiempo de descuento, Lautaro quiso ser el revulsivo que le diera la victoria al Inter pero en un balón dividido cayó al suelo en un salto con un defensor. El punta reclamó la falta pero el árbitro no señaló nada. Esa decisión enfureció al argentino y le protestó de forma airada. Vio la amarilla pero como continuó con sus gritos, le mostró la roja directa.
Con el argentino invocando al diablo y pateando todo, el Inter se quedó sin tiempo para ganarlo y sin los tres puntos que los apartan de su lucha por la Serie A.