Para que una novela sea exitosa debe tener amor, drama, traición, y luego todo termina en un final feliz. Es lo típico de las novelas y esta vez la relación entre Luis Enrique y Robert Moreno nos da el material para escribir una que no tendría nada que envidiarles a las coreanas.
Todo comenzó en Barcelona. Allí fue donde el fútbol cruzó las vidas de Luis Enrique y Robert Moreno, dos apasionados de la pelota que forjaron con el tiempo una amistad, compartieron mucho tiempo en la filas del Barcelona, luego cada quien hizo su carrera como DT en Europa para volverse a encontrar en la selección española Luis Enrique a la cabeza y Robert como segundo al mando.
El drama comenzó aquel 19 de Junio donde Luis Enrique comunicó que debido a la enfermedad de su hija dejaba la selección para ocuparse de su familia. Ahí entró en juego Robert Moreno para ocupar su lugar con la condición que si quería volver tendría su puesto.
Robert estaba dispuesto a devolverle el puesto a su jefe, eso si una vez que pase la Eurocopa. Para Luis Enrique, eso fue una jugada “desleal”, por eso cuando se sentó para acordar su regreso a la selección, eliminó a su principal ayudante del cuerpo técnico y le dejó unos mensajes.
“Para mí Robert es desleal, yo no lo haría y no quiero a nadie con esas características en mi staff”.
“La ambición desmedida no es una virtud, sino un gran defecto”.
“En lo profesional, nada que criticar a Robert. En lo personal no tenía dudas hasta que las palabras fueron una cosa y los hechos fueron otra cosa muy diferente”.
“En la vida las situaciones dan pie a que vayas conociendo a las personas. Es una forma de ver quién es mi amigo y quién no”.
Como Twitter de novia despechada Luis Enrique cerró el ciclo, y se quedó con todo dejando en la calle a su ex amigo.