El holandés de 22 años, fichaje del FC Barcelona, pareciese no tener defectos. Pero sí, los tiene.
Frenkie de Jong es un jugador que está encantando a todos por su habilidad técnica, en especial por su acierto en los pases a corta y mediana distancia, además de la energía con la que transita el campo. Aparece siempre.
Y precisamente esas apariciones le juegan en contra. No son un factor menor.
El tema, sin embargo, no es que tenga un “pero”, sino lo que ese aspecto puede afectarle en su nuevo destino, que está más exigente que de costumbre.
Frenkie, Barcelona y el juego de posición
El juego de posición no es compatible con lo que muestra de Jong en la actualidad.
Eso significa dos cosas: puede entrar a la perfección en los planes de Valverde, pero si este acaba por marcharse y llega alguien que intente encarrilar al FC Barcelona en su filosofía de juego nuevamente, puede presentar problemas.
Porque, claro, no pagas 75 millones por un jugador que no serviría en el esquema.
… O que te presentaría los mismos problemas que quienes ya están, en su defecto.
Ahora bien, el problema de Frenkie de Jong radica en la necesidad de tener el balón en sus pies y no esperar que este llegue a él. Producto de esto, tiende a retroceder (a veces en exceso) para recibir y, en ocasiones, llega a complicar la jugada sin necesidad alguna.
Esos videos donde sufre con el balón en su área no son habilidades, son errores.
Errores que por ahora ha solventado, pero que provocó el mismo. Al final del día son jugadas en las que, si por alguna razón pierde el balón, el rival anota.
¿Vale la pena arriesgar tanto por una simple salida limpia? La respuesta es no.
Por otro lado, entra la diferencia de los ritmos. La Eredivisie y La Liga están en velocidades distintas; los españoles son de presiones más intensas.
Ya hablaríamos que estos retrocesos excesivos empiezan a arrojar más desventajas que beneficios…
Pero sí, solo es un “pero”. El día que de Jong mejore esto, que fácilmente pudiese ser su primer día como blaugrana, será un volante que marcará una época.
Aunque primero deja de correr tanto, eh, Frenkie.