Sí, otro joven que está dando de qué hablar en el norte de Francia.
La política de fichajes del Lille encajó a la perfección con la llegada de Rafael Leão al club. Joven, mucho potencial, modelo atractivo en el mercado y un precio accesible. Ideal para una futura venta millonaria.
Sin embargo, más allá de ser un gran negocio, el ex delantero del Sporting Lisboa, llegaba con objetivos deportivos a corto plazo. Ergo; convertirse en el delantero centro del equipo.
Aunque, claro estaba, otros tendrían más incidencia en los goles.
En la actualidad, la figura del “9” no solo se dedica a anotar goles. Múltiples son los casos. Pero en Lille no apostaron a renunciar a ellos. Por ende, el portugués también anota y forma parte de la dinámica de juego.
Lo que lo hace todo aún mejor y agota su estadía en la Ligue 1.
Es importante resaltar que no todo fue tan bueno desde un principio. Por lógica, la adaptación de Rafael tardaría. Por esperanzas, desde el primer día tenía que mostrarlo todo.
A pesar de que tuvo una adaptación rápida, no fue desde un primer momento cuando maravilló. Y el equipo sufrió esos días. O al menos, tenía gran margen de mejora.
Rémy no está para ser el referente de Les Dogues y Rui Fonte mucho menos.
Si tener a Jonathan Ikoné, Jonathan Bamba y Nicolas Pépé ya era muy -demasiado- bueno, sumar a un cuarto ya sonaba fenomenal. Era un objetivo micro que podía dar resultados macro.
Esta es solo otra razón por la cual el Lille es escolta del Paris Saint-Germain.
Christophe Galtier, una gestión recuperada y cada uno de los jugadores pusieron su grano de arena.
Aunque otros como Leão y el trío maravilla estén poniendo sacos.
¿Futura venta millonaria? Esto ya es obvio. El nuevo debate está en que si puede ser uno de los mejores goleadores en el mundo.
Y mi respuesta es sí.