La actitud de Kepa, el portero del Chelsea, después de que el entrenador Maurizio Sarri decidiera sustituirlo, hizo que el club lo castigara. El jugador se negó a abandonar el campo durante la final de la Copa de la Liga inglesa, contra el Manchester City. Pero, más que solo una multa, podría haber estado fuera del equipo para el próximo partido que jugará el Chelsea.
La tarifa dada por los Blues, que fue apróximadamente una semana de su salario, puede no ser la única consecuencia de sus actos. Este martes, durante una entrevista, el entrenador en jefe Maurizio Sarri dijo que pudo haber dejado al portero fuera del partido contra el Tottenham al día siguiente.
“Necesito enviar un mensaje a mi grupo, no importa si está en el campo o fuera de él. Tengo que decidir qué es mejor para mi grupo. No sé. Tengo que decidir si o no. Será una decisión del grupo, todos los jugadores, he cometido un error y hay algunas consecuencias, si juega, tendrá que estar listo, y si se queda en el banquillo, también”, dijo el italiano.
En ese momento, después de que el equipo médico ingresara al campo para cuidar a Kepa durante el tiempo extra, se suponía que el portero debía abandonar el campo y dar lugar a Caballero. Con la negativa del jugador, Sarri tuvo una reacción explosiva e incluso pensó en abandonar el terreno de juego después de esa actitud grosera del portero, lo que empeoró después de la derrota en los penaltis por 3-4.
“Fue una situación inusual, todos los jugadores estaban muy sorprendidos, fue imposible, hablé con Kepa, hablé con todos. Los jugadores y el club se lamentaron. No queremos matarlo”, explicó Sarri.
El hecho fue que Kepa no obedeció a su entrenador y, aunque no fue su culpa, todos tenían la gran pregunta en sus mentes: “Si Caballero hubiera jugado, ¿el Chelsea habría ganado el partido?”