Si el fútbol ha demostrado algo es que a veces castiga y no premia a los que mejor juego demuestran, le paso a Lopetegui y ahora le pasa el Huesca, que con un Madrid apático domino toda la segunda mitad.
Desde que llego Solari al banquillo madrileño ha pedido una sola cosa y son cojones, Isco y Asensio al parecer carecen de ellos y por eso han perdido el protagonismo que tenían con Lopetegui. Todo lo contrario a Marcos Llorente que de no jugar un solo partido con el antiguo entrenador paso a ser pieza fundamental del centro campo blanco, tanto así que cuando vuelva Casemiro de la lesión su puesto de titular no está garantizado.
El Real Madrid se llevó la victoria del estadio de El Alcoraz con una imagen muy lejana a la de un campeón de Europa y mantiene el pulso con sus más directos rivales en la lucha por el título de Liga, mientras que el Huesca prolonga su negativa racha hasta los catorce encuentros sin ganar.
La primera media hora del Madrid fue lo mejor de todo su juego, Gareth Bale salió motivado desde el arranque y conseguiría su premio al minuto 8´, una cabalgada del lateral derecho, Álvaro Odriozola, por su banda sirvió para ponerle un centro medido a Gareth Bale, que mando directo a la red sin dejarla caer colocando el único gol del partido y rompiendo su mala racha de 100 días sin marcar en Liga.
Tras el descanso, el equipo de “Francisco” Rodríguez salió a intentar sorprender a los visitante y con una fuerte presión consiguió empujar a su oponente hacia su área con varios centros con poca precisión pero el asedio era más que evidente. Con el Madrid encerrado en su área pidiendo la hora, a punto estuvo de llegar el empate local ya que Cristian Rivera enganchó un disparo ya en el alargue que salvó de cabeza Carvajal sobre la línea de gol para darle los 3 puntos a los suyos en un partido triste, gris y mediocre, pero que sigue sumando.