El francés campeón del mundo Antoine Griezmann llegó al Barcelona con la etiqueta de jugador estrella, con la misma que llegó Coutinho unos años atrás y al igual que el brasileño le ha costado mucho desplegar su juego con los colores azulgranas y la paciencia que se le tenía por ser su primera temporada ya se acabó, así lo ha dejado ver Setién en el partido contra el Atlético de Madrid donde Griezmann solo jugó 2 minutos.
En el partido contra el Atlético una de las grandes sorpresas de inicio fue que el francés arrancara desde la banca, pero no se hizo tanto escándalo porque Griezmann no pasa por su mejor momento, fue su cuarta suplencia en los últimos cuatro partidos (ante Sevilla, Celta y Atlético de Madrid), una vez recuperado Luis Suárez de su lesión le desplazó de la titularidad y Ansu Fati lo ha mandado a lo más bajo del banquillo.
Griezmann seguía siendo un arma a tener en cuenta considerando la ley del ex, que en el fútbol es una máxima. Sin embargo, Setién no le dio bola ni con el empate del Atlético a la hora de partido.
Setién solo se acordó de él al final y le dio entrada en el minuto 90, cuando apenas quedaban cuatro minutos de añadido para que el Barcelona sumará su segundo tropiezo consecutivo tras el empate ante el Celta.
La decisión de Setién no deja de sorprender porque el Barcelona estuvo 2 años tratando de fichar al francés y pago 120 millones de euros. Se esperaba que formara una delantera temible junto a Leo Messi y Luis Suárez pero la realidad es otra, Griezmann está más cerca de irse a préstamo como Coutinho que formar un tridente de ensueño, donde par de canteranos ya le quitaron el puesto.