Gremio y Flamengo empataron 1-1 en el partido de ida de las semifinales de la Copa Libertadores. Los dirigidos por Jorge Jesus lograron adelantarse en el marcador al 69’ por medio de Bruno Henrique y los locales empataron a través de Pepe… cuando Filipe Luis se encontraba tendido en el suelo.
Un partido repleto de polémica, sí. Néstor Pitana anuló -de forma correcta- dos goles de Flamengo y la tensión se hacía notar en el campo de juego a partir de tales decisiones, además de posteriores hechos.
Y lo sabíamos: una semifinal entre dos históricos brasileños tendría mucho más que fútbol.
Todo se definirá en el Maracaná, donde el equipo de Jorge Jesus se hace aún más fuerte, pero donde también tendrá la presión reposando en sus hombros. El objetivo es la Libertadores… y están a nada de llegar a la final.
Un proyecto ambicioso
Ambicioso: el mercado de transferencias del Flamengo.
El Mengão venía tramando algo importante desde hace algún tiempo. A partir de allí, nacen contrataciones top en el continente como la llegada de Giorgian De Arrascaeta y Gabriel “Gabigol” Barbosa.
Sacarle dos jugadores más que exportables a rivales directos (Cruzeiro y Santos) y en un mismo mercado es algo de locos. El Flamengo lo hizo. Y todo continuó con las mismas directrices.
En la pasada ventana, además de fichajes como Bruno Henrique o Pablo Marí, llegó Jorge Jesus. Allí se confirmaba lo que para nadie era un secreto: la temporada de los brasileños tenía que acabar con una Libertadores.
De hecho, la de los otros tres sobrevivientes también. La única diferencia es que los del Maracaná sí estaban dispuestos a todo (muchos millones) para lograrlo.
Por otro lado, Gremio es, probablemente, el proyecto más humilde entre todos. Pero también uno de los más exitosos en los últimos años, solo por debajo del River de Gallardo.
Mientras todos compran, ellos producen. Ellos son las ventas. Su esencia más pura.
Y con jugadores bastante más jóvenes e inexperimentados que los típicos equipos de estas instancias, están buscando acceder a la final… con posibilidades serias de hacerlo.
Nada está escrito. Y un gran consejo: por nada del mundo habrá que perderse la vuelta.