A pesar que el Cristal Palace rompió la racha de 11 victorias seguidas del Arsenal con un empate a 2 el pasado domingo, la afición del Arsenal tiene la esperanza de volver a ganar títulos y dejar de ser el equipo que juega bonito pero que no le gana a nadie, como le paso en la era Wenger.
A principio de temporada el arsenal sufrió dos duras derrotas contra el Manchester City y el Chelsea, pero superaron rápidamente esos tropiezos para encajar 11 victorias seguidas. La llegada de Emery ha levantado los ánimos a toda la plantilla del Arsenal, no solo los ha fortalecido psicológicamente si no físicamente, el equipo ha pasado de correr 112,3 kilomentros a 114 kilometros por partidos.
Unay Emery entiende que tiene una plantilla de calidad, pide que trabajen y tengan actitud de ganadores, sin ella es imposible llegar a los títulos. El extécnico de PSG, Valencia y Sevilla ha conseguido recuperar al mejor Mesut Özil para convertirlo en el eje de su equipo. En el mundial de Rusia Özil fue unos de los principales señalados por la pronta eliminación de Alemania en fase de grupo, su actitud pasiva fue duramente criticada causando la renuncia del exmadridista a la selección, acusando que había racismo “Cuando juego bien soy Alemán, cuando no, soy emigrante” fueron las últimas palabras de Mesut en la selección. Pero la verdad es que tenía tiempo sin mostrar su verdadero nivel.
El astro alemán ha resurgido a los 30 con el apoyo del recién fichado Lucas Torreira y junto a Pierre-Emerick Aubameyang y Alexandre Lacazette, además de que Emery le ha dado el brazalete de capitán cambiándole la mentalidad totalmente, ha hecho lo mismo con cada jugador para cambiar su actitud, en busca de un Arsenal que además de calidad tenga mayor carácter competitivo. Y este sábado el Liverpool llama a la puerta del Emirates como una prueba de fuego.