El empate entre el Manchester United y el West Ham dejó un amargo empate para los diablos rojos que deberán jugarse su pase a Champions en la última jornada contra el Leicester City, luego de tener el partido controlado casi los 90 minutos. El West Ham por su parte lo festeja como si hubiesen goleado, ya que llegaran a la última fecha con los deberes hechos y sin jugarse nada contra un Aston Villa que saldrá a matar para permanecer en la Premier League.
Arrancó bien el United, monopolizando prácticamente toda la posesión de balón. Bruno Fernández, con gran movilidad, era capaz de recibir entre líneas y filtrar pases a los tres delanteros. Así llegó la primera ocasión del partido. Bruno encontró al espacio a Martial, y el francés remató cruzado un balón que sacó Fabianski con una gran intervención.
Luego el Manchester fue perdiendo intensidad frustrados por la doble línea defensiva del West Ham que apenas dejaba espacios para que recibieran los atacantes. El West Ham empezaba a crecer como podían y al final del primer tiempo encontraría su premio.
Rice golpeó una falta lejana con todas sus fuerza y el tiro golpeó en las manos de Pogba que sacó los brazos para protegerse su hermoso rostro. El VAR fue el que instó al árbitro a señalar penalti. Antonio no falló y adelantó a los suyos, anotando su octavo gol en los últimos cinco partidos.
El segundo tiempo Solskjaer hizo entrar a Wan-Bissaka y su equipo volvió a despertar. 5 minutos después alcanzaron el empate gracias al tanto de Greenwood, un zurdazo que entró pegado al poste izquierdo de la portería defendida por Fabianski.
Luego del gol el Manchester buscaría el segundo pero el gran partido de los dos centrales de West Ham no lo permitieron dejando el encuentro un tanto por lado. El West Ham se queda en la Premier y el Manchester United tendrá que al menos conseguir un empate contra el Leicester City en la última jornada si quiere jugar Champions.