Los que nunca caminan solos mantienen su liderato y una jugosa ventaja de seis puntos sobre el City tras empatar (1-1) frente al United. Los diablos rojos, sin rumbo y hundiéndose poco a poco en la tabla, reflotaron en el clásico. Se quitaron complejos y dudas evitando que los de Klopp pasaran a la historia rompiendo una series de récords.
El Pool deja su casillero en 17 victorias consecutivas en Premier y en ocho desde el arranque. Las 18 que logró el City de Guardiola en 2017 y las nueve del Chelsea de Mourinho en 2005 no fueron superadas. Se mantienen intactas sus marcas. Old Trafford sigue siendo maldito para The Normal One, no ha ganado en ninguna de sus cinco visitas… y el Liverpool suma ya seis duelos sin vencer en la zona roja de Mánchester. Tampoco ha vencido a Solskjaer en sus dos encuentros y se convierte en la Bestia Negra de la Bestia Negra.
El United contraatacó con veneno y mordió y defendió con solidez. Los 15 puntos de diferencia entre ambos no estuvieron sobre el césped. James y Rashford volaban y el inglés hizo el 1-0. Hubo una falta previa de Lindelof a Origi… pero el árbitro, Martin Atkinson, no anuló la jugada tras revisarse en el VAR. Klopp lloró y pataleo al cuarto árbitro pero el tanto valía.
Más tarde el VAR hizo otra aparición estelar. Mané controlo con la mano y marcó tras la indecisión del propio Lindelöf y un De Gea que fue titular. El tanto no subió al marcador y Klopp no paraba de protestar.
Pero la justicia siempre llega para los desequilibrados mentalmente y al 85 Lallana mandó a la red un centro de Robertson. Salvando el invicto del Liverpool y dejando en jaque a Solskjaer que cada fin de semana ve como su equipo se hunde más en la tabla de posiciones de la Premier League.