El clásico disputado en Old Trafford entre el United y el Liverpool fue un duelo raro, porque el Manchester agotó sus tres cambios en los últimos 22 minutos del primer tiempo. Ander Herrera, Juan Mata y Jesse Lingard este último que había ingresado por Mata, presentaron molestias musculares y Andreas Pereira y Alexis Sánchez tomaron sus lugares. Y por el Liverpool, Roberto Firmino salió lesionado a la media hora del encuentro y Daniel Sturridge ingresó en el ataque.
Entre tanto, los de Klopp crecían en campo contrario, pero sin materializar. De hecho, las más claras fueron locales. Primero, un disparo de Pogba que despejó un acertado Van Dijk y luego un mano a mano que perdonó Lingard ante Alisson.
En la segunda mitad, los de Solksjaer no renunciaron a nada y metieron en el fango a un Liverpool que no encontraba, ni de lejos, una versión aceptable para un líder de la Premier. Mucho balón pero poca profundidad en los de Klopp. Las ocasiones escasearon, tan sólo el balón parado pudo llevar la alegría a un bando u otro, siendo la opción más clara un gol en propia de Matip que el colegiado anuló correctamente tras un fuera de juego de Smalling en el remate. Ésto fue lo poco salvable de un segundo acto en el que el Liverpool apenas inquietó la meta de De Gea y en el que el United funcionaba a ráfagas.
Resultado final 0-0 que deja al Manchester United con 52 puntos y cayó al quinto lugar, debajo del Arsenal. Por su parte, el Liverpool ascendió al primer lugar con 66 unidades y le sacó una unidad de ventaja al Manchester City de Guardiola que se hizo con la Capital One Cup tras derrotar al Chelsea de Sarri en tanda de penales luego de 120 minutos sin goles.