El partido ante el Inter confirmó una cosa: la Juventus es uno de los equipos a temer en la temporada.
No es un estilo, nisiquiera es la presencia de Cristiano Ronaldo. Es el aura de la Vecchia Signora.
Un equipo pragmático, puesto a que no se adhieren a ninguna corriente de juego y priorizan lo más importante del mismo: la victoria.
Si bien los hombres de Allegri habían hecho papeles más que aceptables en la Champions League (tomando en cuenta su hegemonía en la Serie A), este año su rendimiento ha sido arrollador.
¿Era Cristiano la pieza que faltaba? Quizá sí, quizá no.
Los números del portugués revolucionan cualquier club, pero el rendimiento de la Juventus va más allá de lo que una figura individual puede hacer en faceta ofensiva.
Todo se resume en el ritmo de la Juventus.
Y que, a día de hoy, en Italia, nadie puede llevarlo.
Posiblemente esta sea la unión entre el hambre y las ganas de comer. La mejor Juventus y una Serie A que aún no postula un escolta competente.
Todo es mejor cuando nos detenemos a pensar que hubo algunos que pensaron que sin Higuain el club podría perder peso en ofensiva…
Por otro lado, el proyecto sigue creciendo. Hay millones de euros y millones de ideas para seguir en la cima del Calcio.
En Turín siguen fichando jóvenes y potenciando las categorías inferiores. Las redes de scouting se mantienen activas por todo el mundo y ya sus mejores apuestas dan grandes resultados en el primer equipo.
¿O no, Rodrigo Bentancur?
Claramente la deuda es la UEFA Champions League.
La entidad compite por ella, la Serie A ya la ganaron.
Y la Coppa Italia es aquella competición para los mortales italianos, por cierto.
Todo está alineado en la vieja señora del fútbol italiano. Su principal pesadilla ahora es su mejor herramienta, el proyecto atraviesa sus mejores días y no parece que haya otro equipo en un mejor estado.
¿O sí?