Sí, volvió a resbalar el equipo que nunca ha ganado la Premier League.
Todos recordarán el famoso resbalón de Steven Gerrard. Error que -prácticamente- dejó al Liverpool sin su primera Premier League. Su capitán, cayendo y permitiendo el gol rival; imagen histórica.
Pasaron años, con ellos muchos fracasos. Luego llegó Klopp.
Tras la llegada de Jurgen, todo cambió. El ex Borussia Dortmund se mudó a Inglaterra con un plan claro, aunque consciente de que para lograr aquello que él quería, debía pasar tiempo.
Todo era parte de un proceso. Y así fue.
El Liverpool ahora es uno de los equipos más temibles de Europa y el mundo. Ya no es solo el tridente de la temporada pasada (Mané, Firmino, Salah) sino todo un equipo que rinde.
Aunque, claro está, algunas cosas podrían mejorar.
El hecho es que Anfield evolucionó. Pasó de ser un estadio triste a uno de los que alberga banquillos millonarios, suplentes de lujo.
Por esto es que hay que dejar que los proyectos florezcan.
Pero ahora, incluso en un contexto inmejorable, pudiendo sacar 10 puntos al escolta (Manchester City) han vuelto a resbalar.
Inexplicablemente, al piso.
Cuando parecían haber conocido a su rival, este mostró una nueva faceta.
Pep Guardiola revolucionó el mundo del fútbol en un partido, y se habla poco de ello por el desconocimiento de las tácticas allí aplicadas. Él es un avanzado, nosotros intentamos ir a la par. No lo logramos.
De unos posibles 10 puntos, a cuatro. ¡Cuatro!
La Premier League, literalmente, al rojo vivo. Solo que este puede haber sido el final de otros rojos.
Los equipos grandes, campeones, coperos, se diferencian por ganar esta clase de partidos. Es muy difícil que algún club se titule sin ganarlos.
Son los detalles los que levantan el título a final de temporada.
Todo puede pasar, luego de todo pudo haber sido sentenciado. El Liverpool botó una oportunidad de oro.
Y ahora, sin Gerrard, han vuelto a resbalar.