Di María fue el encargado de transformar el teatro de los sueños en pesadillas con dos asistencias poniendo en jaque al nuevo Manchester United, que poco le sirvio la revolucion de Solskjær y más de uno pensará que a Mourinho no le hubiesen clavado 2-0 en casa.
La racha del noruego terminó en el duodécimo partido y en el peor momento: los cuartos de Champions League se alejan tras una derrota dolorosa que dibujó uno de sus ex, Angelito vestido de demonio volvió loco a todo Old Trafford. El PSG, al que le faltaron la C y la N de la ‘MCN’, dio un golpe en la mesa de Europa y buscará terminar la eliminatoria en el parque de los príncipes.
El primer tiempo del encuentro el PSG tuvo el balón, pero el único portero que trabajo fue Buffon, A sus 41 años, el meta italiano frenó un latigazo sin ángulo de Rashford que se colaba. Cuando Gigi debutó en la Champions, el inglés no había nacido. El United perdió a Lingard y a Martial por lesión dejando una segunda parte más que incómoda.
La segunda mitad fue toda de Di Maria, sufrió un empujón contra la valla por parte de Young, se encaró con la grada, se “bebió” una cerveza que le lanzaron y le lanzó besos a sus ex hinchas. Old Trafford prendió a un Angelito que los haría pagar, primero con el cobro de un córner puesto perfecto para que Kimpembe hiciera el primero de la noche. Luego Di Maria en una contra dejaría solo a Mbappé para hacer el segundo de la noche.
Un 0-2 que dejó mudo al United, como si haciendo silencio y concentrándose pudieran escuchar la risa de Mourinho al fondo. El PSG ha mostrado músculo y versatilidad, y luego de la millonada que gasta, merece que lo tengan en cuenta como favorito para llevarse esta Champions League.