El Barcelona sufrió el año pasado al no tener recambio, la principal tarea de Valverde es gestionar descansos y oportunidades, algo que el hizo de lujo contra el Cultural Leonesa y que debe seguir repitiendo. La mezcla entre cantera y suplentes funcionó a la perfección, pero habría que trasladarla al día a día, aunque en menor medida, para que todos estén enchufados y con las piernas listas para el duro calendario que se aproxima.
Gratas sorpresas como el puberto Riqui Puig facilitan la tarea para el Mister, el canterano hizo su debut con el primer equipo del Barcelona, en Copa del Rey, y ante el Cultural Leonesa. Y lo ha hecho como más feliz se siente, que es asistiendo. Un pase magistral nacido de sus botas supuso el cuarto gol de su equipo y que todos los focos se fueran rápidamente hacia él, hacia una de las grandes promesas que han surgido de La Masía en los últimos años.
Con tan solo 19 años de edad y la vos de una colegiala ya ha recibido elogios de grandes del fútbol como Gennaro Gatusso “Es un espectáculo ver jugar a jugadores como él. Tiene cara de niño pero tiene el fútbol dentro”. Es un fuera de serie que hace recordar a los últimos enanitos que salieron de la Masía y ahora se les extrañan un montón.
Riqui Puig encarna a la perfección lo que se denomina comúnmente como ADN Barça. Entiende el juego, no le quema el balón en los pies y hace que el centro del campo sea una especia de orquesta que él dirige con los ojos cerrados. Cada vez que controla el balón, se orienta a la perfección para dar sentido al juego. Y es muy difícil mostrar esa personalidad cuando tienes muchas miradas encima y aún no aprendes a afeitarte.