Cuando el fútbol en España se paralizó el Madrid se encontraba en la segunda posición a 2 puntos de líder en aquel momento el Barcelona, pero los blancos estaban conscientes de que si ganaban los 11 partidos que faltaban serían campeones, con un asqueroso Barcelona solo 10 partidos fueron suficientes para que el Real Madrid levante otra liga, el último una trabajada victoria frente al Villarreal.
Zidane lo volvió a hacer y llevó a los blancos a su título número 34, el segundo ligero con él como entrenador. El francés volvió a mover el once para no perder la costumbre y dar entrada a Rodrygo y a Hazard con su tobillo aún delicado. Los sacrificados fueron Isco y Valverde en un esquema 4-3-3, sin los cinco centrocampistas de la fecha anterior.
El Madrid salió enchufado, con ganas de marcar el primero pronto y olvidarse de todo. Modric parecía más joven, Hazard más rápido y Rodrygo el nuevo Pelé. Pero faltaba lo de siempre, alguien que hiciera el gol. Tuvo que ser Karim Benzema el que rompiera la igualdad. Casemiro recupero el balón, Modric dio una asistencia perfecta y el remate del delantero francés se coló entre las piernas de Asenjo. En ese momento, el Madrid sacaba siete puntos al Barcelona, pero siguió en busca del segundo y ya se olía el título hasta James estaba contento.
En el segundo tiempo llegó la polémica que no podía faltar, al minuto 74 penalti a Ramos al borde del área, que en la repetición parece dudoso al menos para revisarlo pero Hernández Hernández al fin le dio una al Madrid. Lo lanza Ramos, que la pisa para que llegue Benzema y marque el penalti indirecto. No valió porque el francés entró antes y hubo que repetir. A la segunda, gol de Benzema.
Como la polémica, tampoco podía faltar el sufrimiento, Iborra hizo el 2-1 al 84 y casi hace el empate al 93 solo el doble milagro de Courtois, primero con la mano y luego con el pie pudo evitarlo. El Barcelona perdió y el Madrid es el nuevo campeón de la liga española.