Solari tomó un equipo casi muerto a final del 2018 y le puso 2 cojones, suficientes para salir invicto de Camp Nou y asaltar el Wanda, todo en menos de una semana.
Las decisiones de Solari màs que discutibles han venido respaldadas con resultados, desde sentar a Isco por diferentes razones, hasta mandar al frente a niños como Vinicius y Reguilón por encima del segundo capitán blanco, Marcelo y del hombre llamado a sustituir a Cristiano, Bale.
El Real Madrid de Solari ya se ubica segundo en la tabla de clasificación luego de la victoria 1-3 ante el equipo del Cholo que nunca se sintio cómodo, en un encuentro con muchos condimentos adicionales como el regreso de Courtois al Wanda, el estreno de Morata como colchonero y toda la rivalidad histórica entre los vecinos de la capital española.
Courtois recibió una lluvia de ratas al iniciar el partido, a los 16´ Casemiro de Chilena ponía adelante a los blancos y a los 25´ Griezmann daba el empate con una definición entre las piernas del llamado “rata”. El partido estaba picado, muy físico y solo la personalidad del joven brasileño de 18 años pudo romper el empate, con una arrancada por la banda izquierda provocaría un penal que el capitán Sergio Ramos terminaría transformando en gol al 43.
En el segundo tiempo Morata hizo un golazo de vaselina y lo grito con toda el alma frente a su nueva aficción, pero estaba fuera de juego y el gol fue anulado por el VAR. Al 74´ Bale que había entrado por Vinicius definiría el partido con un remate cruzado que Oblak no pudo llegar. La frustración del equipo colchonero era evidente, Thomas se haría expulsar tras una dura falta contra Kross dejando a su equipo con 10, pero ya no habría tiempo para más.
Hace un mes el Madrid parecía hundido tras caer ante la Real y hoy parece un rival cualificado para acosar al líder y hasta soñar con conseguir la liga.