Luego de 30 años sin ganar la liga local el Liverpool al fin se coronó con una ceremonia en Anfield donde solo faltaron las putas y los hinchas. Después de golear al conjunto de Frank Lampard en un partido de locos y lleno de goles.
Fue una noche feliz para el Liverpool en su último partido de la temporada en un Anfield sin fanáticos pero lleno de sentimientos y cerveza: los Reds, campeones matemáticamente de la Premier League desde hace casi un mes levantaron el trofeo en la jornada número 37 la elegida para la entrega del galardón.
El Chelsea fue testigo de la furia de los locales apenas comenzó el partido Naby Keita abrió la cuenta con un bombazo desde fuera del área. El segundo fue obra de Alexander Arnold de tiro libre y el tercero del primer tiempo lo hizo Georginio Wijnaldum. El Chelsea descontó antes del descanso con el gol del francés Olivier Giroud.
El segundo tiempo no faltaron las emociones, el brasileño Roberto Firmino colocó el 4to gol del Liverpool en el marcador de cabeza tras un centro de Alexander-Arnold. Pero rápidamente tendría respuesta del Chelsea con los goles de Tammy Abraham y Pulisic que le pusieron una pizca de emoción a la recta final del partido con el 4-3 provisional, pero la remontada no pudo ser porque el Liverpool cerró la jornada con un gol de Alex Oxlade-Chamberlain para el 5-3 definitivo.
Habían pasado tres décadas desde la última vez que Liverpool pudo levantar el trofeo de campeón del fútbol inglés y el broche a su temporada como local fue perfecto, con una victoria peleada de muchos goles y alta intensidad ante uno de los grandes de Inglaterra y que además se jugaba la clasificación a la próxima Champions League. Los de Klopp podrán tomar cerveza hasta la próxima temporada sin importar que pase con la última fecha donde se enfrentarán al Newcastle.