Zlatan Ibrahimovic a sus 38 años dejó la MLS porque le quedó muy chica, marcando 31 goles en 31 partidos y ganando varias veces el jugador del mes. El sueco regresó al Milán para intentar devolver la grandeza a un club en declive. Ibra impulsó al equipo italiano hasta que el coronavirus suspendió la competición, y marcó 3 goles en 8 partidos disputados pero su sola presencia hizo crecer al histórico equipo Italiano. Ahora, el eterno delantero se debate sobre su continuidad en activo.
Un poco antes de su vuelta al Milán pudo acabar en otro equipo. El sueco tuvo a muchos equipos interesados, entre ellos, un equipo inglés que apostó fuerte por Ibra pero no pudo convencerle para que fichara en el mercado de invierno. Ese equipo era el Leeds United, entrenado por el argentino Marcelo Bielsa que juega en el Championship y que lideraba el ascenso a la Premier, hasta que el coronavirus atacó Inglaterra, Ibra dijo que no al equipo inglés, si ya había roto la primera división de EEUU no iba a jugar segunda de Inglaterra era lógico.
El dueño del Leeds siempre ha tenido el sueño de fichar a una gran estrella, no pudo con Ibra y tampoco con Edinson Cavani. Estos deseos nunca los ha compartido con Bielsa porque no ha estado ni cerca de cerrar uno de los fichajes.
El Leeds, semifinalista de la Champions League en la temporada 2000/01, es líder con 71 puntos, siete de ventaja sobre el tercero, a falta de nueve jornadas del final. De terminar así el campeonato, el equipo de Bielsa lograría el ansiado ascenso 16 años después, abriendo las puertas a cualquier jugador estrella que tenga en mente el Presidente Andrea Radrizzani.
Podría ser el eterno Zlatan o Cavani. El Leeds si logra el ascenso apuntaría a conseguir un puesto en competiciones europeas y para eso necesita un salto de calidad en su plantilla, por experiencia sabemos del buen trabajo que hace Bielsa como entrenador pero para triunfar en la Premier hace falta un extra.