Arthur no quería dejar el Barcelona y luchó por permanecer hasta que ya no pudo más y la dirigencia del Barcelona lo vendió como un pedazo de carne a la Juventus, ahora el brasileño se ha declarado en rebeldía, no quiere entrenar, no quiere utilizar más nunca la azulgrana y quiere irse a Brasil hasta que comience la nueva pretemporada de la Juventus.
Como en cualquier rotura el jugador se siente la víctima y con razones para declararse en rebeldía e irse a Brasil y no presentarse a los entrenamientos. En el Camp Nou no entienden la actitud del brasileño que sigue herido pero que sabía a lo que se atenía cuando firmó con la Juventus hace menos de un mes. Arthur quiere terminar el mes de contrato que le queda y el Barça ya estudia las medidas legales para sancionarle y no son nada amigables.
Arthur llegó al Barcelona en julio de 2018 considerado el nuevo Xavi, el relevo de uno de los jugadores más destacados y talentosos de la historia culé. En su año de adaptación, jugó 44 partidos, por lo que parecía que éste iba a ser el de su consagración. Pero no, con el cambio de entrenador la postura del club con el brasileño también cambió y en vez de darle más responsabilidad lo puso en oferta.
Sin importar la actitud del club Arthur insistió en quedarse “La única opción que me interesa es seguir en el Barça”, dijo en un comunicado. pero las repetitivas palabras de Setién lo obligaron a firmar por la Juventus.
“Hay jugadores que llegan con unas expectativas y no cuajan” o “no es fácil cambiar a un futbolista cosas que otros entrenadores le han dicho que estaban muy bien” han sido algunas de las frases que el técnico le ha dedicado al ex gremio.
Los actos de rebeldía tendrán sus consecuencias y seguramente le abrirán un expediente a Arthur pero poco le importa. Se siente traicionado y no hay reconciliación amistosa posible para un corazón roto.