Marcos Llorente mejor conocido como el pollo en los bajos mundo del Castilla. Es un jugador acostumbrado a defender, a jugar de pivot, de 5, por delante de los centrales pero después de lo ocurrido en Anfield contra el Liverpool, Marcos Llorente apunta a ser uno de los hombres de ataque que alineará Simeone en San Mamés.
En la vuelta de La Liga, Marcos Llorente estrenará nueva posición. Con la excepción de los minutos del encuentro disputado en Anfield, nunca había jugado tan cerca del delantero. Por lo menos, en las categorías inferiores del Real Madrid ni en las de la Selección Española lo recuerdan así.
La ausencia de Joao Félix y de Correa y el hecho de que Morata no le haga gol a un arcoíris pateando una pelota de ping-pong además de que quizá no esté al tono físico necesario tras la lesión que sufrió antes de la cuarentena, han hecho que Simeone tenga que reinventar a un Llorente que siempre está dispuesto a dejarlo todo en la cancha.
Aunque su fuerte no sea recibir de espaldas al arco rival, ni dar ese último pase o ver portería con facilidad, lo compensa con su despliegue físico, su mejoría en el disparo y su inteligencia que le pueden permitir adaptarse a la nueva posición de manera rápida.
Los entrenadores que más han influido en la formación de Llorente como el ex madridista Luis Miguel Ramis señalan que “tiende a organizar y crear el juego, pero tiene mucha posibilidad de llegar al área”.
De esta manera Marcos Llorente, que se ha ganado un sitio en el once, tendrá la oportunidad de demostrar que puede rendir en una posición más en un momento donde la flexibilidad de los jugadores es clave para los entrenadores. En unos meses con el calendario tan apretado, los entrenadores agradecen que estén dispuestos a aprender nuevas cosas.