… Y cómo pudiesen ser notablemente mejores a la hora de fichar.
Hay un gran problema en Europa. Específicamente, en los dos períodos de fichajes que alberga el año deportivo: verano e invierno. Los clubes desembolsan grandes cantidades de dinero por ciertos jugadores… Y ya.
Precisamente, este es el problema. No prosigue nada luego. Los equipos no ayudan al jugador a adaptarse, sabiendo que esto solo podría costarle miles de euros ya habiendo gastado millones por el traspaso. Algo ilógico.
¿Por qué no pueden ayudar al jugador a adaptarse a su nuevo país?
Dentro de Europa el caso no es tan común, sí lo es cuando llegan latinoamericanos.
Pero el ejemplo perfecto para describir este gran error de los clubes podría nacer a partir de dos fichajes de europeos. Vamos con el primer caso:
El fracaso de Anelka en Madrid
Nicolás Anelka es un tipo introvertido… Y Edwin van der Sar lo supo, pero esa es otra historia.
El hecho es que, más allá de su personalidad, era un jugador con un enorme potencial. En especial cuando tenía 20 años y llegó al Real Madrid.
Se esperaba mucho de él y no sucedió nada. Absolutamente nada. ¿Razón? Nunca se adaptó.
No logró sentirse cómodo en la ciudad y mucho menos en el club, que en ocasiones puede actuar como una especie de refugio para los foráneos. Dentro del club español, nadie lo presentó.
El francés era como un fantasma, solo que había costado 35 millones de euros.
Después de pagar tal cantidad, ¿por qué no ayudaron al jugador a adaptarse? Después de todo, su beneficio personal se transmitiría en buen rendimiento para el club.
Créannos, no hay explicación lógica.
Immobile en Dortmund
Después de una maravillosa temporada en Torino, aterrizó en Dortmund. Solo duró un año.
Al salir, comentó que su familia nunca se había adaptado a la ciudad, él no había aprendido nada del idioma y el club tampoco había ayudado. Nada había salido bien… Y al club no le importó.
Para ellos, los jugadores son productos. Aún así, el trato pudiese ser mejor. Mucho mejor.
Luego están clubes como el Milan, aunque en horas bajas actualmente, siempre marcan la diferencia. Entienden el mercado.
Y no todos se dan ese lujo.