El futuro de Argentina que, en gran parte, ha ido develando Scaloni tiene como uno de los referentes o proyectos con mayor proyección a Lisandro Martínez, ex defensor de Defensa y Justicia y actual jugador del Ajax de Ámsterdam.
El argentino, a su vez, se potencia con la camada de entrenadores jóvenes que vienen surgiendo en el país sudamericano. Esos que priorizan el buen trato de la pelota y, no obstante son seguidores, también son artífices de la evolución táctica que vive el fútbol en la actualidad.
Un central con buen juego al tener el balón es cada día más importante. Y Lisandro Martínez maneja excelentes registros allí. De hecho, son tan buenos (y en defensa carece de otros tan necesarios) que pudiese jugar unos metros por delante.
… Y no hablamos de ser un líbero precisamente.
Lisandro Martínez como volante
Para ser volante en Holanda y, específicamente, en el Ajax no puedes ser cualquier volante. Podrías ser de corte defensivo, pero siempre que manejes buenos registros con balón; siempre que seas capaz de superar líneas de presión, dinamizar el juego e incluso anotar goles.
El argentino está cumpliendo con todo aquello. También con los goles. Lo hace, en primer lugar, por la comodidad que siente allí. Y luego está la otra razón: oculta sus puntos débiles.
Martínez no destaca por ser alto (1,78 m) y a partir de allí puede sufrir un montón. Ante el Vitesse, recién en el arranque de la Eredivisie, los balones a su espalda pasaron a ser una clave del rival.
Aquí la situación, por más conceptos que se apliquen, no mejorará exponencialmente.
Está bastante claro que una cosa fue ser defensor central en Argentina y otra muy diferente ser ese defensor central en Holanda e incluso en la élite.
El “todo” es irónico, al final. ¿Por qué lo querría como central si allí es dónde más sufre y menos se potencian sus virtudes? Para pensar, para pensar…
La buena noticia es que ha caído en las manos de Ten Hag. Argentina podrá disfrutar de un mejor jugador mientras que el Ajax lo construya.
Y nosotros, claro, del buen juego.