¿El dueño del medio campo del PSG? Sí, hoy es agente libre.
Estar a la deriva, sin ningún equipo interesado en ti en el pasado mercado, sin duda debe ser uno de los golpes más fuertes que sufren ciertos futbolistas. Mucho peor que cualquier lesión.
En especial cuando fuiste considerado uno de los mejores mediocentros del mundo…
¡Y es que tu nombre es Yohan Cabaye!
¿Cómo llegó a esto? Esa es la pregunta del millón. En el Crystal Palace todo iba demasiado bien. Una vida tranquila en Inglaterra y un equipo en ascenso dentro de la Premier League no son -en lo absoluto- malas opciones.
Pero el decidió ir a los Emiratos Árabes Unidos. Y allá no todo es ganar dinero.
La vida en Asia no es fácil. No es ir y jugar porque eres bueno. También saben de fútbol, también hay que ganarse las oportunidades, también hay que demostrar.
Cuando te va bien, pues eso, todo bien. Pero cuando te va mal…
“Si le fue mal en Asia, imagínate traerlo de nuevo a Europa”.
Probablemente, esto piensen muchos directores deportivos. O solo piensen eso de Cabaye. El hecho es que el jugador entró en el limbo, uno desesperante y repleto de incertidumbre.
Con 32 años, su carrera está al borde del abismo y nadie pronosticó esto.
No se sabe si volverá a Europa. Es imposible saberlo. Hubo interés de equipos como el Huesca, pero mínimos. Prefirieron a figuras como los venezolanos Yangel Herrera y Juanpi Añor.
Y Cabaye en un momento de regularidad podía ofrecer mucho más que estos dos, pero su figura se devaluó. Poco se recuerda del francés de hace unos años.
Su oscura actualidad nubló todo. Lo retiró.
No será el primer jugador al que le pasa, tampoco el último. Pero sí debe ser uno de los que más se recuerden, por lo bueno que llegó a ser y por lo abrupto que está siendo el caso.
Los futbolistas saben que ninguno está a salvo. Y que los destinos exóticos siempre traen letras pequeñas en los contratos.
Sí, siempre. No todo es tan bueno.
Y si no, pregúntenle a Yohan Cabaye por su extraño caso.